Habitaciones propias

Tengo muchas listas de música que me gusta reproducir cuando estoy sola, específicamente en mi cuarto. En él bailo, escribo, leo, trabajo, acaricio a mi gato, me visto, veo series de 15 capítulos hasta terminarlas en un fin de semana, lloro, reniego y sufro a veces en silencio y a veces no tanto. Mi habitación es el espacio donde realmente puedo estar sola. Y aunque literalmente este espacio de tierra no me pertenece, sé que de otras muchas maneras me han pertenecido los espacios donde he crecido y he aprendido a estar sola. (Mi parte favorita es dormir). Cada que alguien pronuncia la palabra soledad es cuestionado severamente, “no estás sola, te dicen” pero en la realidad La Soledad brinda la paz suficiente para entender que ni es negativa ni es positiva, sólo es. “Esta soledad tan profunda” dice Lafourcade. Cuando lo entiendes, cuando puedes escucharla, llega la paz. De eso se trata tu propio espacio, aunque a él hayan llegado otros y otras para dejar su huella. Tu espacio es tu soledad donde a veces, con la suficiente imaginación, se escucha el mar.

instagram.com/p/B2U8s-7jY2k/?igshid=hnvgqao3qv77

Alejandra Arévalo, poeta y mediadora de lectura. 

Entradas populares de este blog

Habitaciones propias

Una habitación propia, fin de análisis

Habitación propia